“Chim chiminey, chim chiminey, chim chim cher-ee!” No hace falta ser un deshollinador profesional como el de la película Mary Poppins para dejar la chimenea bien limpia.

Se nos ocurren pocas sensaciones más placenteras que sentarse junto al fuego de la chimenea para combatir el frío. Ahora bien, como en todo, también existe una cara B menos gratificante. Sí, lo has adivinado… Seguramente, te estarás preguntando acerca de cómo limpiar la chimenea, ¿verdad?
Por suerte, los Poppins – nuestros expertos en limpieza a domicilio – tienen la respuesta. Y te aseguramos que vale la pena que tomes buena nota, ya que tener la chimenea limpia antes de que empiece el invierno (¡y siempre!) no solo te garantiza un buen funcionamiento, sino también una mayor durabilidad.
Por qué es necesario limpiar la chimenea
Para motivarte en la tarea de limpiar la chimenea, primero de todo, queremos que sepas los motivos por los cuales la limpieza de la chimenea es un must. Y es que, además de las manchas de hollín y ceniza, encender la leña nos deja otro invitado no deseado: la creosota. Si no has oído hablar de ella —y no nos extraña, ya que no suele ser un tema de conversación recurrente a la hora de cenar o salir de copas—, se trata de un compuesto químico que se forma a partir del alquitrán procedente de la destilación de carbones grasos (o hulla), cuando se alcanzan temperaturas de entre 900 °C y 1.200 °C.
¿Qué pasa cuando se acumula creosota? ¡Nada bueno! Se puede dificultar la extracción de humos, provocar problemas respiratorios e incluso ser peligroso para la seguridad en el hogar. Esto es debido a que la creosota es un combustible en sí misma, por lo que podría arder si es alcanzada accidentalmente por alguna chispa. Por eso, y como imaginamos que lo último que te apetece es llamar a los bomberos y repasar qué cobertura tiene tu seguro a todo riesgo, te recomendamos cuidar al máximo la limpieza de la chimenea.
De acuerdo, lo entiendo, pero… ¿cada cuánto hay que limpiar la chimenea? Pues bien, la frecuencia irá en función del tipo de tubo para la salida de humos que hayas elegido. En líneas generales, los que requieren más cuidados son los de acero galvanizado, ya que exigen dos limpiezas anuales (su duración es de 5 años). En cambio, si has optado por el acero vitrificado, el acero inoxidable o el acero inoxidable aislado, bastará con que quites el hollín una vez al año (¡que no hace daño!). La duración oscila en estos casos entre los 10 años del acero vitrificado hasta los 20 del acero inoxidable aislado.
A continuación, vamos a aprender en detalle cómo limpiar la chimenea, tanto de manera mecánica como química.
Cómo limpiar la chimenea con cepillo de alambre
Sin duda, recurrir a la limpieza de la chimenea con cepillo de alambre es uno de los métodos más socorridos si optamos por la limpieza mecánica. Para limpiar tu chimenea con este elemento, tienes que seguir estos pasos:
- Cubre el tiro de la chimenea con una sábana o una lona, que deberás ajustar con una tira de cinta aislante. Tapa también con mantas los muebles cercanos para evitar que se ensucien de hollín.
- Introduce el cepillo de alambre en la chimenea y muévelo arriba y abajo con energía (¡como si estuvieras en una clase de Zumba!), tratando de llegar a todos los ángulos de las paredes de la chimenea. Céntrate sobre todo en la parte superior, que es donde más se concentran el hollín y la creosota. Para alcanzar los rincones más inaccesibles, puedes ayudarte de un brazo extensible.
- Para obtener un mejor resultado en la parte superior, puedes limpiar en sentido contrario (es decir, desde el tejado). Si te decantas por esta opción, utiliza ropa de trabajo que se pueda manchar, gafas protectoras y boquilla, para evitar inhalar los compuestos que saldrán hacia el exterior. ¡La seguridad es lo primero!
- Por último, solo quedará retirar el hollín que se ha desprendido. ¿Te da pereza? En ese caso, puedes confiar en nuestro servicio de limpieza de casas por horas. ¡Quedará todo impecable!

Limpiar la chimenea con la cadena
Otra técnica súper eficaz para limpiar la chimenea consiste en utilizar una cadena. Para ello, hay que atar este elemento al extremo de un alambre resistente y de una cierta longitud, que funcionará como un brazo extensible. Esto te permitirá rascar y golpear las paredes hasta que el hollín se desprenda. ¡Dale duro!
Para que el proceso sea lo más sencillo y efectivo posible, nuestro consejo es que la cadena sea grande pero no demasiado pesada. O sí, y de esta forma no hace falta que vayas al gym. 😉
Limpieza de chimenea con grava
En muchas tiendas especializadas en mantenimiento del hogar, es posible comprar grava para limpiar la chimenea. Si optas por esta opción, basta con volcar este producto en la chimenea, adoptando la precaución de poner debajo algún recipiente o contenedor que la recoja.
Te contamos otro truqui para limpiar tu chimenea desde abajo: puedes introducir el producto en bolsas de tela, atadas con una cuerda. De este modo, podrás utilizarlas como si se tratase de un cepillo. Con ellas, podrás frotar a conciencia toda la superficie, hasta eliminar totalmente la creosota y el hollín. Dado que la bolsa suele pesar bastante, nuestra recomendación es que pidas ayuda. Nos encanta fomentar el teamwork siempre que podemos. 😉
Trucos para la limpieza química de la chimenea
Pese a no tratarse de un sistema de limpieza integral, los troncos deshollinadores o limpiadores pueden ser un poderoso aliado para ayudarte a dejar tu chimenea como nueva. Su funcionamiento es extremadamente sencillo: se trata de un producto con sustancias químicas que contribuyen al desprendimiento de la creosota adherida a las paredes, transformándola en ceniza.
Para utilizar tu tronco deshollinador, enciende el fuego en la chimenea y déjalo quemar durante media hora para que el tubo interior se caliente. A continuación, coloca en la lumbre un leño deshollinador o una bolsa de este producto, sin sacar el envoltorio, y deja que se queme. Finalmente, sólo tendrás que retirar las cenizas resultantes, et voilà! Si deseas repetir la operación, deberás dejar transcurrir 24 horas.
Consejos para limpiar el cristal de la chimenea
Perfecto, tu chimenea ya está limpísima por dentro, pero ¿sabes cómo limpiar el cristal de la chimenea? En MyPoppins solemos usar productos naturales: vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Mezcla en un recipiente 2 tazas de agua, media de vinagre blanco y una cucharadita de bicarbonato y coloca la solución en un pulverizador. ¿Quieres saber más? Acude a este artículo y dile adiós a los cristales sucios de la chimenea.
Ahora que conoces todos estos trucos para limpiar la chimenea y también sabes perfectamente cómo limpiar el cristal de la chimenea, ¿crees que necesitas ayuda para llevar a cabo estas tareas, o, sencillamente, no tienes tiempo para ello? En ese caso, nuestros profesionales de la limpieza pueden echarte un cable. Reserva tu servicio, dinos día y hora, ¡y allí estaremos! Te encantará la experiencia, ¡ya verás!
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