Desde MyPoppins, tenemos las claves para que tus joyas de oro vuelvan a estar limpias y relucientes como al principio. Lo mejor: ¡es facilísimo!

Si existe un elemento valioso y codiciado por casi todas las civilizaciones a lo largo de la historia, ese es el oro. Razones para ello no le faltan, ya que posee unas características que lo hacen único. Una de ellas es su extraordinaria durabilidad, lo que le ayuda a conservar su brillo casi intacto. No obstante, en el caso de las joyas, el uso cotidiano puede hacer que acumule suciedad e impurezas.
¿Quieres eliminarlas y conseguir que tus pendientes, anillos o alianzas, gargantillas y pulseras luzcan como si estuviesen por estrenar? Nuestros expertos en limpieza por horas a domicilio de MyPoppins nos han chivado sus secretos para limpiar el oro y que quede impecable. Presta atención, porque vamos a contarte varias maneras para limpiar el oro. ¿Preparado/a? 🙂
Cómo limpiar el oro con detergente
Ya que somos una empresa de limpieza para particulares, hemos querido empezar con algo que conocemos al dedillo y que todos tenemos en casa: los productos de limpieza. Probablemente nunca te lo has planteado, pero lo cierto es que son ideales para limpiar tus joyas de oro.
El proceso es de lo más sencillo. Basta con echar unas gotas de jabón de lavavajillas en un cuenco con agua tibia y disolverlas bien. ¡Ojo! Es importante que no utilices agua muy caliente o hirviendo si la joya tiene piedras preciosas, ya que los cambios bruscos de temperatura podrían agrietarlas.
Sumerge a continuación las joyas de oro en el agua y déjalas en remojo durante al menos un cuarto de hora. Eso sí: en el caso de las joyas con perlas, no te pases de los 15 minutos, ya que el calor podría afectar al pegamento que las mantiene adheridas al metal. Be careful!
Por último, extrae las joyas y frótalas delicadamente con un cepillo de cerdas suaves, sobre todo en aquellas zonas donde puede acumularse la suciedad. Para secar, emplea un paño y déjalas al aire libre.
Cómo limpiar el oro con amoniaco
El amoniaco, también conocido como gas de amonio, es uno de los productos de limpieza más potentes del mercado y un súper buen aliado para limpiar tus joyas de oro.
Disclaimer! Ahora bien: si optas por este truco de limpieza, que sea solo de manera ocasional, ya que un uso excesivo puede acabar decolorando y corroyendo el metal, las gemas y las perlas a largo plazo. ¡Te hemos avisado! Aquí, solo se salvan los diamantes que, además de ser los mejores amigos de una chica —al menos, eso decía Marilyn—, son también la piedra más dura y resistente.
Limpiar el oro con amoniaco es extremadamente fácil. Solo tienes que mezclar seis partes de agua con una de amoniaco en un recipiente, en cantidad suficiente para que el líquido cubra todas tus joyas al sumergirlas. Déjalas así durante un minuto —no más, ya que el oro podría dañarse—, saca las piezas y límpialas con un paño. Frota con cuidadín para evitar que el metal se raye. Por último, acláralo con agua tibia para quitar cualquier resto de amoniaco. Siguiendo estos pasos, ¡no habrá suciedad que se resista en tus joyas!
Cómo limpiar el oro con bicarbonato y vinagre
Tal y como vimos en nuestro artículo sobre cómo limpiar la plata, el bicarbonato de sodio y el vinagre pueden llegar a ser dos productos muy adecuados para limpiar metales. Este sistema es especialmente práctico para las joyas y las monedas de oro, pero no debe aplicarse a joyas con piedras o perlas, ya que los dos productos que nos ocupan podrían alterar su composición.
En primer lugar, mezcla en un recipiente de vidrio dos cucharadas de agua tibia con ¼ de taza de bicarbonato sódico, hasta obtener una pasta espesa. Si ves que te ha quedado aguada, incorpora más bicarbonato y, si es demasiado densa, haz lo propio con el agua. Utiliza la masa obtenida para frotar el oro, utilizando para ello una esponja, un paño suave o un cepillo de diente de cerdas finas (si te decantas por esta opción, no presiones mucho, para evitar rayar el oro).
Al acabar, hay que retirar los restos de bicarbonato con vinagre blanco —si la joya tiene gemas o perlas, sáltate este paso— y, finalmente, lava las piezas con agua del grifo tibia (¡no te olvides de poner el tapón en el fregadero! Evitarás así un más que posible disgusto).

Cómo limpiar el oro con pasta de dientes
La pasta de dientes es un método para limpiar el oro poco conocido, pero menos agresivo que alguno de los que te hemos presentado, por lo que se puede usar con más frecuencia. Hurrah! Además, como se aplica con un cepillo dental, actúa mejor en las zonitas de difícil acceso donde se ha acumulado la suciedad.
Para preparar este limpiador casero, ahí van nuestros consejos: mezcla el dentífrico con una o dos cucharadas de agua y aplícalo sobre la superficie del oro con la ayuda de un cepillo de cerdas suaves. Una vez hayas terminado, enjuaga los restos de pasta con agua tibia. Et voilà! Podrás presumir de joyas como recién compradas (¡y sin gastar nada!).
Cómo limpiar el oro blanco… ¡con huevo!
Si tu joyita es de oro blanco, ¡también tenemos un remedio infalible! Esta aleación combina el oro con otros metales preciosos, como el paladio, el platino o el rodio, lo que le confiere una tonalidad grisácea. Debido a que su composición es diferente de la del oro al natural —es decir, el oro amarillo—, lo ideal es recurrir a una técnica diferente, que no dañe ninguno de los elementos mencionados. Por eso, te proponemos limpiar el oro con huevo. Sí, sí, lo has leído bien.
Para preparar esta solución casera, bate un huevo hasta que quede líquido y, con la ayuda de un trapo, extiéndelo sobre la superficie de la pieza en cuestión. Transcurridos unos dos minutos, elimina los restos de huevo. Haz la prueba: verás como tu sortija o cadena recupera el brillo original del primer día.
Bonus track! ¿Quieres que tus piezas de oro blanco duren más tiempo? Pues te recomendamos que no las guardes junto con tus joyas de plata, ya que la proximidad de este metal podría oscurecer su superficie.
Hasta aquí los consejitos de limpieza de joyas y objetos de oro. ¿Te han quedado dudas? Don’t worry, puedes contactar con nuestros expertos en limpieza a domicilio. ¡Estarán encantados de resolverlas! Y si, además de tus joyas, quieres que tu casa tenga una apariencia impecable, ellos se ocuparán de todo. 😉 ¡Entra aquí y deja que te lo demuestren!
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