Para esos días en los que te apetece pegar unos bocados tremendos llenos de sabor y jugosidad, y... un momentito, que estoy babeando sobre el teclado.

Para esos días en los que te apetece pegar unos bocados tremendos llenos de sabor y jugosidad, y… un momentito, que estoy babeando sobre el teclado.
El clásico de las hamburguesas, presente en la carta de cualquier hamburguesería que se precie. Jugosa y sabrosa, y de elaboración bastante sencilla. Necesitas:
- pan de hamburguesa
- carne picada
- queso cheddar
- bacon
- cebolla, tomate, y lechuga
- para condimentar, aceite de oliva, pimienta y sal
Lo bueno de las hamburguesas, es que son como un juego de Lego. Con la carne picada puedes crear una hamburguesa del tamaño que quieras, si no quieres cebolla no la echas, y si prefieres el pan más tostado, puedes dejarlo un rato más en la sartén.
Si eres de es@s que prefieren un poco de orientación, 150g de carne está bien para una hamburguesa normal. En cuanto al orden:
Primero se sazona la carne, al formar la hamburguesa.
En la sartén: lo primero, tostar un poco los dos panes, con muy poco aceite (o nada). Después se hace la cebolla a la plancha, seguida del bacon. Retiramos el extra de grasa, pero no todo (dará jugosidad a la carne), y ya podemos hacer las hamburguesas con el punto al gusto de cada uno.
Al darle la vuelta pondremos primero el queso y luego el bacon encima.
¡Monta tu burguer! pan, lechuga, tomate, cebolla, carne, queso, bacon -la fantasía de salsas que quieras- y cerramos con la tapa de pan. C’mon!
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